Uno de los motivos por los que Vancouver es un lugar extraordinario para vivir es que está básicamente en el borde de la civilización. En 20 minutos de vuelo podemos estar en medio de la naturaleza en lugares prácticamente inaccesibles. He vivido aquí toda mi vida y empecé a disfrutar la aventura al aire libre en la secundaria cuando me iba al bosque a andar en cuatro por cuatro. Era una buena manera de entrar, pero hay tantos lugares a los que no se puede llegar. Más adelante, un amigo mío tenía un avión turbopropulsado bien equipado y pasábamos mucho tiempo explorando en busca de pistas de aterrizaje dudosas y lugares interesantes para visitar. Me di cuenta que para adentrarse más, a los lugares que de verdad valen la pena, hace falta un helicóptero.
Salí a dar una vuelta con un compañero de trabajo y ahí fue que me enganché con los helicópteros. Eso me llevó a inscribirme en la escuela de vuelo y eso fue todo. En poco más de un año obtuve mi licencia comercial en Chinook Helicopters. Por supuesto, entonces pensé: "Terminé la escuela de vuelo, ¿ahora qué hago?". Primero me compré un Bell 206, que es con el que entrené en Chinook. Acumulé algunas horas y experiencia y me presentaron a otro piloto que tenía una historia y aspiraciones similares. Es médico, le encanta volar y es un excelente compañero. Nos convertimos en compañeros propietarios del Bell 206 y anduvimos en ese por un tiempo, adquiriendo más experiencia y divirtiéndonos mucho. Después cometimos el "error" de aceptar hacer un vuelo de demostración en el Bell 505. Habíamos aprendido los límites del Bell 206, desde el punto de vista de cuál era nuestra misión y qué queríamos hacer. El vuelo estuvo increíble. Nos dimos cuenta de que el Bell 505 era la máquina perfecta para nosotros y terminamos pidiendo uno.
La seguridad es nuestra principal prioridad, especialmente porque solemos llevar a nuestras familias. El 505 tiene un sistema de rotor increíblemente confiable. Y además con su excelente motor, instrumentación de aviación moderna e ingeniería moderna, es una aeronave que te da mucha confianza. En el aire, el Bell 505 es una plataforma superestable con un excelentes reservas de potencia y muy buenas características de manejo.
El indicador de potencia (PSI) es fantástico porque hacemos muchos aterrizajes confinados. Uno de los instrumentos más útiles es el indicador de viento. Para nosotros, cuando nos acercamos a un área con la que no estamos familiarizados, es siempre excelente saber qué está sucediendo con los vientos a nuestras altitudes antes de reducir la velocidad.
Vamos a muchos lugares recónditos y si algo se rompe nos quedamos atascados por algún tiempo. Sabemos que con esta máquina podemos llegar y salir siempre. Nos vamos de aventura de helipesca, heliesquí y helinado con los niños y también salimos de campamento y a explorar por las montañas de la costa. Siempre llevamos un par de cañas de pescar y equipo de aventura atrás. Tiene un montón de espacio y un montón de flexibilidad. Vivimos en un lugar increíble de poder hacer este tipo de cosas. Es un privilegio. La diferencia más grande es que, en el Bell 206 uno siempre está cerca de los límites de potencia. En el Bell 505, con el tanque lleno y el máximo de pasajeros igual podemos despegar verticalmente a mil pies por minuto o más. Tiene un montón de reservas de potencia. Y no nos tenemos que preocupar tanto por la pérdida de eficacia del rotor de cola (LTE). Podemos mantenernos a salvo, mientras que en una aeronave menos potente, quizás en un día caluroso y a mucha altitud, es un poco más difícil. Adentro el 505 es mucho más cómodo que el 206 porque la cabina es un área grande sin el divisor en el medio. En el 206 la interacción entre el piloto y los pasajeros no es tan buena. En el 505 pareciera que uno está sentado en un estadio, todos son parte de lo mismo. Es un lugar mucho más divertido de estar. Las emergencias no son muy emocionantes, que por supuesto es lo que uno quiere. Igual es bastante fácil de volar hasta con fallas hidráulicas. En las autorrotaciones parece que bajara flotando. Es muy fácil de volar.
El 505 sin duda se ganó nuestro corazón. Para lo que hacemos, es simplemente una máquina excelente. Incluso cuando volamos con el peso bruto máximo, igual tenemos un buen margen de rendimiento y potencia. Podemos hacer un sobrevuelo desde efecto suelo con el peso bruto, en verano, a 6,000 pies sobre los picos de las montañas. ¿Con qué otra máquina en su clase se puede hacer eso con confianza? Me parece que la gente se está empezando a enterar sobre el 505. ¿Por qué alguien compraría otro helicóptero en su clase? Por un poco más de dinero, los pilotos pueden comprar una máquina muchísimo mejor con una cabina cómoda, desempeño superior y características de vuelo más sólidas y confiables.
La experiencia con Bell ha sido excelente. Uno rápido se da cuenta de que está tratando con profesionales. Desde el proceso de venta y entrega hasta el soporte posventa. Hemos tenido un par de cuestiones con la garantía y las solucionaron de inmediato sin cuestionar nada. Bell sabe cómo hacerlo bien.